Francia, famosa por su historia, gastronomía y ciudades como París, Lyon y Marsella, es un destino popular para nómadas digitales. Sin embargo, antes de instalarte con tu portátil frente al Sena, es crucial comprender los impuestos en Francia. Conocer tus obligaciones fiscales, la distinción entre ser residente fiscal o no, y cómo cumplir con la normativa son aspectos clave que debes tener en cuenta. En este artículo te lo explicamos todo.
¿Cuándo te conviertes en residente fiscal en Francia?

Aunque trabajar remotamente desde Francia no implica automáticamente el pago de impuestos locales, el factor clave es el tiempo que pases en el país y el centro de tus intereses económicos y personales.
Generalmente, si pasas más de 183 días al año en Francia o si tu vivienda principal, actividad económica principal o centro de vida familiar y personal se concentra en territorio francés, es probable que se te considere residente fiscal. Esto significa que tus ingresos procedentes del extranjero podrían estar sujetos a tributación en Francia, con independencia del lugar donde se generen.
Tipos de impuestos en Francia

Los principales impuestos en Francia son el impuesto sobre la renta y las cotizaciones sociales. Consisten en:
Impuesto sobre la renta (Impôt sur le revenu): Los residentes fiscales en Francia deben declarar todos sus ingresos, sean del país o del extranjero. El impuesto sobre la renta es progresivo y se aplica a las ganancias del año anterior. La declaración suele presentarse entre abril y junio, dependiendo de la región y del formato (online o en papel).
Cotizaciones sociales: Además del impuesto sobre la renta, Francia cuenta con aportes a la seguridad social y otros cargos similares. Incluso las personas que no obtengan ingresos de fuentes francesas pueden verse sujetas a cotizaciones sociales si se consideran residentes fiscales.
Tratados de doble imposición y cómo beneficiarte de ellos

Una preocupación común para los nómadas digitales es la doble tributación: pagar impuestos en el país de origen y en Francia. Para evitar esto, Francia tiene acuerdos con numerosos países que establecen criterios para determinar dónde y cómo se deben gravar los ingresos.
Estos acuerdos suelen indicar qué país tiene prioridad para recaudar impuestos sobre determinada clase de ingresos. Por ejemplo, si generas ingresos en tu país de origen y cuentas con un tratado con Francia, ese acuerdo puede evitar que pagues el mismo impuesto en ambas jurisdicciones. Es importante revisar si tu país dispone de uno de estos convenios con Francia.
¿Qué puedo hacer para gestionar mis impuestos como nómada digital en Francia?

Para los nómadas digitales, la gestión fiscal puede parecer compleja, pero siguiendo ciertos pasos es posible organizarla de manera efectiva:
Determina tu residencia fiscal: Evalúa objetivamente cuánto tiempo pasas en Francia y si tu núcleo de intereses (familia, negocios, bienes) se encuentra allí.
Consulta los tratados de doble imposición: Identifica si existe un acuerdo entre Francia y tu país de origen para evitar la doble tributación.
Declara tus ingresos adecuadamente: Usa el sistema de declaración online que ofrece el gobierno francés. Si tienes dudas, considera contratar un asesor fiscal especializado en tributación internacional.
Mantén registros claros: Guarda facturas, comprobantes de pago y contratos que sustenten tus ingresos. Una buena contabilidad facilita la declaración.
Apóyate en profesionales: La legislación fiscal puede ser cambiante y compleja. Un asesor fiscal podrá guiarte y asegurarse de que cumples con la normativa, evitando sanciones.
¿Qué ocurre si no cumplo con las normas fiscales en Francia?
No declarar impuestos o hacerlo de forma incorrecta puede acarrear multas, intereses por demora e, incluso, problemas legales.
Para evitar estos inconvenientes, es fundamental informarte, mantener la transparencia y cumplir con las fechas y requerimientos del fisco francés. Una buena gestión fiscal no solo te asegura tranquilidad, sino que también te permite disfrutar plenamente de tu vida como nómada digital sin preocupaciones adicionales.
Consejos adicionales para nómadas digitales en Francia

Planifica tu estancia: Si quieres evitar adquirir la residencia fiscal francesa, organiza tu calendario de viajes de modo que no pases más de 183 días en el país.
Infórmate sobre otros impuestos locales: Además del impuesto sobre la renta, considera que podrían existir impuestos municipales o regionales, como la taxe d’habitation (si posees o alquilas una vivienda).
Explora la escena laboral y cultural: Francia es un país lleno de espacios de coworking, comunidades de emprendedores y eventos tecnológicos. Rodearte de otros profesionales remotos puede ayudarte a entender mejor el sistema y generar contactos valiosos.
Disfruta de una gran calidad de vida: La gastronomía, el arte, la historia y la diversidad geográfica hacen de Francia un destino inigualable.
Viaja por Francia con internet ilimitado
Mantenerte conectado es fundamental para gestionar tus asuntos fiscales y laborales en Francia. Para ello, considera la eSIM de Holafly, una solución ideal para viajeros internacionales. Holafly es una empresa que ofrece tarjetas eSIM que permiten conectarte a internet en más de 160 destinos, incluida Francia.
Al adquirir la eSIM, recibirás un código QR por correo electrónico, el cual te permitirá realizar la instalación con un simple escaneo. Sin perder tu número de WhatsApp, podrás acceder a las mejores redes locales sin costos de roaming. Con este servicio podrás trabajar de forma remota, acceder a tu banca en línea, gestionar documentación y comunicarte con tu asesor fiscal en cualquier momento y en cualquier lugar.
Visitar Francia es una experiencia enriquecedora, sobre todo si decides disfrutar de una larga estancia en el país. Pero es importante comprender tus obligaciones fiscales. Con planificación adecuada, Francia puede convertirse en el escenario perfecto para tu aventura como trabajador remoto.
Preguntas frecuentes sobre los impuestos en Francia para nómadas digitales
Eres residente fiscal si pasas más de 183 días al año en Francia o si tu vivienda principal, actividad económica principal o centro de vida familiar y personal están en territorio francés.
Significa que debes declarar y pagar impuestos sobre todos tus ingresos, tanto nacionales como extranjeros.
Principalmente el impuesto sobre la renta (Impôt sur le revenu), las cotizaciones sociales y otros impuestos municipales o regionales.
Francia tiene tratados de doble imposición con numerosos países que determinan dónde se deben gravar tus ingresos, evitando así pagar impuestos en ambos lugares.
Tal vez tengas que lidiar con multas, intereses por demora e incluso problemas legales.