Los impuestos en Noruega es una de las primeras cuestiones que debes entender si planeas mudarte, trabajar o emprender en este país escandinavo. Noruega tiene un sistema fiscal robusto, transparente y eficiente, con impuestos relativamente altos que financian un estado del bienestar muy desarrollado. Comprender cómo funcionan estos tributos es esencial para gestionar tu economía personal o profesional y evitar sorpresas desagradables.
En este artículo abordamos todo lo que necesitas saber sobre el sistema tributario noruego: los impuestos sobre la renta, el IVA, las contribuciones sociales, los tributos municipales, cómo funciona la declaración fiscal anual, qué ventajas ofrece el sistema Skatteetaten para los extranjeros, y cómo mantenerse informado y conectado durante tu estancia en Noruega con la ayuda de la eSIM de Holafly.
¿Cómo funciona el sistema de impuestos en Noruega?

Noruega cuenta con una estructura fiscal moderna basada en la redistribución y la financiación de servicios públicos de alta calidad. El sistema tributario está gestionado por la Agencia Tributaria Noruega (Skatteetaten), encargada de recaudar los impuestos, emitir la tarjeta fiscal (skattekort) y facilitar la presentación de la declaración anual.
A diferencia de otros países donde se paga en un solo bloque al final del año, en Noruega el impuesto sobre la renta se deduce directamente del salario mensual. El empleador retiene el porcentaje correspondiente según tu skattekort, que se calcula en función de tus ingresos estimados. Si tus ingresos cambian, debes actualizar tu skattekort para evitar pagar de más o de menos.
Los impuestos en Noruega se dividen entre el impuesto estatal, el impuesto municipal y las contribuciones a la Seguridad Social. A esto se suman el IVA y otros tributos específicos dependiendo de tu actividad económica, propiedad de bienes o inversiones.
Impuesto en Noruega sobre la renta
El impuesto sobre la renta personal es progresivo y se aplica tanto a residentes como a no residentes que generen ingresos en el país. La base imponible incluye el salario bruto, bonificaciones, ingresos por alquiler, rendimientos del capital, entre otros.
A grandes rasgos, el sistema se estructura en dos partes:
- Un impuesto fijo del 22% sobre la renta general.
- Un impuesto adicional progresivo (trinnskatt) dividido en tramos según los ingresos anuales.
Los tramos del trinnskatt varían cada año, pero suelen oscilar entre el 1,7% para ingresos bajos hasta el 17,4% para ingresos muy elevados. Esto significa que las personas con ingresos más altos pagan un porcentaje mayor. No obstante, el sistema también contempla deducciones, como gastos relacionados con el trabajo, intereses hipotecarios, gastos de guardería o contribuciones a planes de pensiones.
Los extranjeros pueden beneficiarse de un régimen fiscal simplificado durante los dos primeros años de residencia, conocido como “standardfradrag”, que aplica una deducción estándar del 10% sobre los ingresos laborales, hasta un máximo determinado. Esto facilita la adaptación al sistema tributario local.
Contribuciones sociales dentro del sistema de impuestos en Noruega
Todos los trabajadores en Noruega, incluidos los autónomos, deben contribuir al sistema de Seguridad Social (trygdeavgift). Esta contribución se calcula como un porcentaje sobre los ingresos brutos:
- 8,2% para asalariados.
- 11,4% para autónomos.
Estas cotizaciones financian prestaciones como la sanidad pública, pensiones, subsidios por enfermedad, maternidad, desempleo y otros beneficios sociales. Es una parte clave del sistema noruego y uno de los pilares del estado del bienestar.
Si vienes de un país del EEE o con convenio bilateral, puedes presentar documentación que justifique tu cobertura social en tu país de origen y evitar la doble cotización. Sin embargo, si estás contratado directamente por una empresa noruega o decides establecerte como autónomo, estarás obligado a cotizar al sistema local.
El IVA como parte de los impuestos en Noruega

El Impuesto al Valor Añadido (merverdiavgift o MVA) es otro componente fundamental del sistema fiscal noruego. Se aplica al consumo de bienes y servicios, y su tasa general es del 25%, una de las más altas de Europa. Existen tipos reducidos del 15% para alimentos y del 12% para servicios de transporte, alojamiento y productos culturales.
Si eres emprendedor o autónomo, deberás registrarte en el registro del IVA (Merverdiavgiftsregisteret) si tus ingresos anuales superan las 50.000 coronas noruegas. Esto implica añadir IVA a tus facturas, declarar y pagar trimestralmente el impuesto recaudado.
Es importante llevar una contabilidad ordenada y mantener las facturas en regla, ya que la Agencia Tributaria realiza inspecciones aleatorias para verificar que todo esté en orden. Las sanciones por incumplimiento pueden ser elevadas.
Impuestos en Noruega a nivel municipal y otros tributos
Además del impuesto sobre la renta estatal, los residentes en Noruega también pagan un impuesto municipal que varía ligeramente según el lugar donde vivan. Este impuesto se destina a financiar servicios públicos como escuelas, transporte local, bibliotecas y cuidado de mayores. Suele oscilar entre el 11% y el 13% sobre la base imponible.
Otros tributos importantes son el impuesto sobre la propiedad inmobiliaria (eiendomsskatt), el impuesto sobre el patrimonio neto (formuesskatt), y los impuestos sobre herencias y donaciones, aunque estos últimos son bajos o han sido eliminados en algunos casos. Si posees una segunda vivienda, bienes de lujo o inversiones, es recomendable consultar con un asesor fiscal para conocer tus obligaciones.
En el caso de los vehículos, Noruega aplica tasas elevadas tanto en la compra como en la tenencia anual, especialmente en vehículos contaminantes. Por otro lado, existen incentivos fiscales para la compra de coches eléctricos.
Declaración de impuestos en Noruega

La declaración fiscal anual (skattemelding) es obligatoria para todos los residentes fiscales en Noruega. La Agencia Tributaria suele enviar un borrador pre-rellenado con los datos que ya tiene sobre tu salario, intereses bancarios, propiedades y deducciones. Debes revisar esta información y corregirla si es necesario antes de la fecha límite, normalmente en abril.
Si todo está correcto, puedes confirmar la declaración con unos pocos clics. Si realizas cambios, deberás justificar los datos aportados. Posteriormente, recibirás una notificación con el resultado: puede que tengas que pagar un importe adicional o que te devuelvan una parte del impuesto retenido.
Es fundamental mantener tus datos personales y bancarios actualizados en la plataforma de Skatteetaten, ya que allí recibirás todas las notificaciones oficiales. También puedes acceder a simuladores para estimar tus impuestos o modificar tu skattekort.
Trámites fiscales para extranjeros sobre impuestos en Noruega
Los extranjeros que se trasladan a Noruega deben registrarse en la oficina de impuestos local para obtener un número de identificación personal (D-nummer o fødselsnummer). Con este número podrás solicitar tu tarjeta fiscal (skattekort), abrir una cuenta bancaria, firmar contratos y trabajar legalmente.
El skattekort se tramita en línea a través de Altinn, el portal digital de servicios públicos noruegos. Una vez aprobado, tu empleador lo utilizará para aplicar la retención correspondiente en cada nómina. Es importante actualizarlo si cambian tus circunstancias laborales o personales.
Si eres autónomo, deberás darte de alta como empresa unipersonal y presentar tus declaraciones fiscales trimestral y anualmente. También tendrás que registrar tu actividad si estás obligado a cobrar IVA.
Ventajas del sistema de impuestos en Noruega

Aunque los impuestos en Noruega son elevados, ofrecen a cambio un alto nivel de servicios públicos. La sanidad gratuita, la educación de calidad, las pensiones dignas y las infraestructuras modernas son resultado directo del sistema fiscal noruego. Además, la transparencia y eficiencia administrativa hacen que el sistema sea confiable y accesible.
El uso de plataformas digitales como Altinn y Skatteetaten permite realizar casi todos los trámites de forma online, consultar el estado de tus declaraciones, modificar datos, descargar documentos y recibir asistencia en varios idiomas. Esto facilita mucho la adaptación para los extranjeros.
Por otra parte, Noruega tiene acuerdos de doble imposición con numerosos países, lo que evita que tributes dos veces por los mismos ingresos. Si trabajas para una empresa extranjera o tienes ingresos en varios países, puedes acogerte a estos convenios para optimizar tu tributación.
Mantente conectado durante tu estancia con la eSIM de Holafly
Si estás viviendo en Noruega por motivos de trabajo, estudios o emprendimiento, la conectividad es esencial para gestionar tu vida diaria y tus obligaciones fiscales. La eSIM de Holafly te ofrece internet ilimitado desde el primer día, sin necesidad de cambiar tu tarjeta física ni firmar contratos con operadores locales.
Con Holafly puedes conectarte a las plataformas de Skatteetaten, Altinn y otras instituciones noruegas desde cualquier lugar del país, incluyendo zonas rurales. Esto es especialmente útil si necesitas revisar tu declaración de impuestos, enviar documentos digitales o recibir notificaciones del gobierno.
La eSIM de Holafly es fácil de instalar: solo necesitas escanear un código QR y activar el servicio. Además, cuenta con atención al cliente en español 24/7 y planes flexibles según la duración de tu estancia. Si te mueves entre países escandinavos, también puedes elegir planes que incluyan Suecia, Dinamarca y Finlandia, manteniéndote siempre conectado.
Preguntas frecuentes sobre impuestos en Noruega
Se paga un 22% de base más un impuesto progresivo adicional según tus ingresos. El porcentaje final varía entre el 25% y el 39% en promedio.
Sí. Aunque la Agencia Tributaria envía un borrador, debes revisarlo y confirmar o corregirlo antes del plazo.
Tu empleador aplicará una retención del 50% hasta que lo presentes. Es importante obtenerlo antes de empezar a trabajar.
Sí, los precios al consumidor ya incluyen el IVA. Solo las empresas deben gestionar su declaración y pago.
Sí, como intereses de hipoteca, gastos de guardería, transporte laboral y aportes a pensiones privadas, entre otros.
Sí, aunque las cargas fiscales son altas, el sistema es claro, digitalizado y ofrece estabilidad jurídica y apoyo al emprendimiento.