Los impuestos en China son un aspecto clave para quienes desean residir en el país o iniciar actividades económicas. Dado que el sistema tributario está en constante cambio, es esencial comprender las obligaciones fiscales, las tasas aplicables y las normas que regulan cada tipo de gravamen. Esto permite a expatriados, empresarios locales y extranjeros evitar sanciones y planificar mejor sus finanzas.
En esta guía exploramos el panorama fiscal chino. Abordamos desde el impuesto sobre la renta personal hasta los tributos aplicables a las empresas. También cubrimos los trámites y aspectos relevantes para trabajadores independientes y quienes realizan actividades comerciales temporales. Además, explicamos cómo la eSIM de Holafly mejora la conectividad digital. Esto facilita la presentación de declaraciones y el acceso a plataformas oficiales por internet.
Visión general del sistema de impuestos en China

El sistema de impuestos en China incluye varios gravámenes diseñados para financiar el desarrollo económico y social del país. También busca garantizar la estabilidad de su infraestructura. Históricamente, el gobierno chino ha implementado medidas fiscales que incentivan la inversión extranjera y el crecimiento local. Al mismo tiempo, mantiene un estricto control sobre el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Entre los principales impuestos se encuentran el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (Individual Income Tax, IIT), el Impuesto sobre Sociedades (Corporate Income Tax, CIT) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Principales impuestos en China: IIT, CIT y IVA
En términos de estructura, el IIT se centra en gravar los ingresos de los individuos, tanto nacionales como extranjeros, que residan en China por un periodo igual o superior a 183 días dentro de un año fiscal. El porcentaje de este impuesto varía de forma progresiva, con escalas que oscilan entre el 3% y el 45% según el nivel de ingresos. Por su parte, el CIT se aplica a las empresas establecidas o que realizan negocios de forma permanente en territorio chino, con una tasa general del 25%, aunque existen incentivos y reducciones para sectores estratégicos o innovadores.
El IVA se aplica a la venta de bienes y a la prestación de servicios, y ha reemplazado en gran parte al antiguo Business Tax. Las tasas habituales son del 6%, 9% y 13%, según la categoría de bienes o servicios. Existen exenciones y tratamientos especiales para productos agrícolas, tecnología avanzada y exportaciones. Además, el sistema chino contempla otros impuestos relevantes, como el Impuesto de Sellos (Stamp Duty), el Impuesto sobre Bienes Raíces (Property Tax) y el Impuesto sobre Actividades de Entretenimiento (Entertainment Tax), entre otros.
Cambios recientes y recomendaciones para contribuyentes
El sistema tributario chino está en constante evolución. Las reformas buscan ajustarse a los cambios de la economía y a compromisos internacionales. Por eso, es clave que tanto expatriados como empresas revisen con frecuencia la legislación fiscal. También se recomienda acudir a asesores especializados, ya que la interpretación de las normas puede variar según la región o el sector. Conocer los mecanismos de retención, las fechas de declaración y los formularios oficiales es esencial para evitar multas o sanciones.
Impuesto sobre la renta de personas físicas en China

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (Individual Income Tax, IIT) es uno de los tributos que más impacta a residentes extranjeros y trabajadores locales en China. Grava los ingresos obtenidos por desempeñar actividades laborales dentro del país. Según la normativa vigente, quienes permanezcan en China por 183 días o más al año deben revisar su estatus de residencia fiscal para determinar sus obligaciones tributarias. La tarifa del IIT es progresiva, con una escala que va del 3% al 45%, según el nivel de ingresos.
Cálculo del impuesto y deducciones disponibles
Para calcular la base imponible, se restan ciertos gastos y exenciones permitidas. Estas incluyen las cotizaciones a la seguridad social y una deducción básica mensual que reduce la carga fiscal. Desde 2019, la ley ha sido reformada para alinear la tributación de chinos y expatriados. Como resultado, algunos beneficios especiales para extranjeros —como exenciones por vivienda o educación de hijos— han sido reemplazados por deducciones estandarizadas.
Retención en la fuente: rol del empleador
Un aspecto clave del IIT es la retención en la fuente. Muchos empleadores, tanto locales como internacionales, actúan como agentes de retención. Esto significa que descuentan el impuesto directamente del salario mensual. Por ello, es importante conservar registros claros de ingresos y tributos pagados. Las autoridades pueden solicitarlos en caso de auditorías o durante procesos de renovación de visados.
Si en un periodo determinado has vivido en China menos de 183 días, la base imponible puede cambiar. En ese caso, solo se gravan los ingresos obtenidos dentro del país.
Recomendaciones para expatriados y trabajadores extranjeros
La normativa del IIT puede resultar confusa, especialmente si percibes ingresos desde el extranjero. Por eso, se recomienda buscar asesoría especializada y revisar si tu país tiene un convenio de doble imposición con China. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con la administración tributaria local. Cumplir correctamente no solo evita sanciones, sino que también permite una mejor planificación financiera durante tu estancia.
Impuestos para empresas y emprendedores en China

Además del ámbito de las personas físicas, los impuestos en China impactan de manera significativa a las empresas y emprendedores que deseen establecer o expandir sus actividades en el país. El Impuesto sobre Sociedades (Corporate Income Tax, CIT) es el principal gravamen al que se enfrentan las entidades locales y las sucursales extranjeras. Por lo general, la tasa estándar del CIT se sitúa en el 25%, aunque existen incentivos y rebajas si la compañía desarrolla proyectos de alta tecnología o se ubica en determinadas zonas económicas especiales. Algunas regiones llegan a ofrecer un CIT del 15% para atraer inversiones estratégicas.
El IVA y sus particularidades para las empresas
Por otra parte, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sustituye en gran parte al antiguo Business Tax y aplica tanto a la venta de bienes como a la prestación de servicios. Según el tipo de producto o sector, el IVA oscila entre el 6%, 9% o 13%. Empresas exportadoras pueden solicitar reembolsos o exenciones parciales de IVA, mientras que algunos sectores específicos, como la agricultura o la tecnología verde, disfrutan de descuentos temporales.
Requisitos legales y presentación de declaraciones fiscales
En cuanto a la constitución legal de empresas, se requiere el registro ante autoridades locales y la obtención de un número de identificación fiscal para poder operar legalmente. Una vez iniciadas las actividades, las empresas deben presentar declaraciones periódicas (mensuales o trimestrales) tanto para CIT como para IVA, además de un cierre anual donde se calcula el impuesto definitivo a pagar. Para evitar discrepancias, es clave llevar una contabilidad clara y actualizada, ya sea a través de asesores externos o un departamento contable interno especializado en la normativa china.
Otros impuestos y consideraciones locales
Existen también impuestos de sellos, tasas de urbanismo y otros gravámenes locales que varían dependiendo de la provincia y la naturaleza del negocio. Muchos de estos impuestos se recaudan de manera conjunta con las declaraciones de IVA, simplificando algo las gestiones para las compañías. Aun así, ante un panorama tributario tan amplio y cambiante, resulta esencial apoyarse en consultoras especializadas o asesores legales que conozcan a fondo la regulación vigente, evitando así sanciones o controversias con la administración fiscal.
Mantén tu conexión y seguridad digital con la eSIM de Holafly al gestionar impuestos en China
Durante tu estancia en el país, gestionar los impuestos en China puede requerir trámites en línea o el uso de aplicaciones gubernamentales para declarar ingresos y pagar obligaciones. En un entorno donde la censura y la infraestructura digital están fuertemente reguladas, disponer de una conexión segura y estable se vuelve indispensable para tramitar documentos, intercambiar correos con asesores o incluso navegar en busca de información oficial. En ese contexto, la eSIM de Holafly ofrece la solución perfecta para obtener datos móviles de forma rápida y sin complicadas gestiones de tarjetas SIM físicas.
Al adquirir tu plan eSIM en línea, recibes un código QR que, al escanearlo, activa el perfil de datos correspondiente en tu smartphone. De este modo, tendrás acceso a internet apenas aterrices, sin perder tiempo en tiendas locales ni enfrentarte al idioma. Esta conexión resulta fundamental para utilizar plataformas de e-government, contactar con tu asesor contable o, si lo requieres, conectarte a aplicaciones VPN que te permitan acceder a servicios del exterior bloqueados por el “Gran Cortafuegos”. Además, con la eSIM evitas redes públicas de Wi-Fi, a menudo inestables o vulnerables a ataques que podrían exponer tus datos financieros o credenciales de accesos.
La cobertura proporcionada por Holafly abarca las principales ciudades y zonas de negocios del país, como Shanghái, Pekín, Shenzhen o Cantón, ofreciéndote altas velocidades 4G e incluso 5G en áreas céntricas. La posibilidad de escoger planes flexibles ajustados a tu duración de viaje hace que solo pagues por el volumen de datos que necesitas, sin incurrir en gastos excesivos. Si en algún momento te quedaras sin datos, podrías recargar fácilmente tu plan desde la plataforma de Holafly, garantizando así la continuidad de tus gestiones financieras y fiscales en territorio chino.
Preguntas frecuentes sobre el seguro de viaje China
China utiliza un sistema progresivo con tasas que oscilan entre el 3% y el 45%, dependiendo del nivel de ingresos mensuales y si eres residente fiscal en el país.
Las compañías establecidas localmente o con operaciones permanentes están sujetas al Impuesto sobre Sociedades (CIT) con una tasa general del 25%. Sin embargo, existen incentivos y exenciones para sectores tecnológicos o en zonas económicas especiales.
Sí. El Impuesto al Valor Agregado (IVA) se aplica a la venta de bienes y a la prestación de servicios. Sus tasas habituales van del 6% al 13%, aunque algunos productos cuentan con reducciones o exenciones puntuales.
La omisión o retraso en la presentación puede implicar sanciones económicas y, en casos graves, implicaciones legales. Las autoridades chinas son estrictas en la supervisión de obligaciones tributarias.
La ley china ha ido adoptando deducciones estándar, incluyendo aspectos como formación de hijos, interés hipotecario y cuidado de personas dependientes. No obstante, la aplicabilidad depende de la situación de cada contribuyente.
Sí, el sistema chino ofrece portales de e-tax para declaración y pago. Para un acceso fluido, se recomienda usar datos móviles propios. Ahí resulta ventajosa la eSIM de Holafly, que te proporciona internet seguro y constante durante tu estancia.